viernes, 5 de febrero de 2010

Días de cine, libros y música. Noticias del Trópico 29

NOTICIAS DEL TRÓPICO
El newsletter de Lorenzia, año 8, núm. 29, 9 de julio, 2006.

Días de cine, libros y música

Por lo que a mí respecta,
como me gusta considerarme siempre
la causa principal del bien o del mal que me acontece,
siempre me he visto con satisfacción en la situación
de ser mi propio alumno
y en el deber de ser mi propio preceptor.

(Memorias de Giacomo Casanova).


Ustedes perdonen que, en los tiempos que corren, no hable de fútbol ni de elecciones. Es domingo 9 de julio por la noche pero ignoro quién ganó el mundial. En cuanto a quién será el próximo presidente de este país, mis más apremiantes derechos y responsabilidades cívicas se cumplieron con votar (por Patricia Mercado) y me propuse no contestar la avalancha de emails con toda suerte de cartas, peticiones y opiniones a favor y en contra de los candidatos finalistas, del IFE y del TRIFE. ¿Por qué? Hace unos días consulté el Zen Tarot de Osho y el mensaje de la carta “Sanación” me pareció muy sano: Muévete como un ser total y acepta las cosas. Sólo por 24 horas, inténtalo - aceptación total, sea lo que sea que suceda. Acepta, no reacciones y ve qué pasa. Súbitamente hallarás una energía fluyendo en ti que no habías sentido antes.

Decidí intentarlo y con esa energía es que escribo estas Noticias del Trópico. Me acompañan 898 canciones, 2 días y medio de música continua ocupando 3.34 GB de mi computadora. Por fin me compré un iPod y estoy encantada. Un fin de semana totalmente dedicado a descargar la gran mayoría de mis CDs de Pop, R&B, Rock y Jazz. La música clásica, New Age, Folk y otros seguirán después. Por eso todavía no sé quién ganó el mundial... pero en cambio rescaté del olvido, por ejemplo, a ABBA, Credence Clearwater Revival, Queen, Nina Simone, Cat Stevens, Dire Straits y Pat Benatar, entre otros, y enriquecí cosas en las que ando muy clavada: Ray Charles, Pink Floyd y Coldplay.

Es una maravilla tener clasificada toda esa música por nombre, intérprete, álbum y género. Me permite darme cuenta de que tengo dos o más versiones de varias canciones, la original y las variantes posteriores de otros intérpretes, y que la clara ganadora - ¿quién se lo habría imaginado? - es Light my fire, con 7 distintas grabaciones de The Doors, José Feliciano, Shirley Bassey, etc. Sobra decir que entre los intérpretes sobrepasan por muchísimo Los Beatles y John Lennon a todos los demás. No en balde crecí con su música y tengo todos TODOS sus discos.

Últimamente he visto mucho cine, ligado además a novelas que leí o estoy leyendo. ¿Se acuerdan de Valley of the Dolls de Jacqueline Susann? Me gustó releer este best-seller de los setentas, no por su calidad literaria (aunque tiene de pronto frases muy buenas, una de ellas el inicio de la novela: Nueva York como un animal acorralado e iracundo en medio del sofocante verano), sino por ser la historia de tres mujeres atrapadas en el territorio de los seconales, quaaludes, aquachlorales y demás muñequitas.

(La novela que escribo narra, en parte, la historia de tres mujeres perdidas en otros territorios potencialmente igual de letales)

Esta lectura me animó a rentar una película/documental titulada Los últimos días de Marilyn Monroe (2001). Si recuerdan, la diosa murió por una sobredosis de pentobarbitúricos, mejor conocidos como nembutales - "la menor droga letal del mundo". En aquellos momentos se encontraba filmando la que habría sido su última película de haberla terminado: Something’s got to give, al lado de Dean Martin. Seguro han oído la canción tema, cantada por Sammy Davis Jr. (incluida en Lo que las mujeres quieren, Mel Gibson y Hellen Hunt, por ejemplo), y seguro recuerdan las fotos de Marilyn nadando desnuda en una alberca. Precisamente son escenas de dicho filme.

El documental muestra como se lograron filmar las escenas iniciales, a pesar del ausentismo y caprichos de la estrella, y de los corajes y protestas de George Cukor, el director. Los productores rescataron esos rollos, guardados desde 1962, y al final de este documental se pueden ver unos 20 minutos de ésta, la última película de Marilyn y su único desnudo registrado en un filme. Vale la pena.

En probable estado mental alterado, se me ocurrió rentar Casanova, un lamentable y fracasado intento por copiar el esquema de Shakespeare enamorado, en este caso con referencia al famoso Don Giacomo en lugar del Bardo. Qué terrible es querer y no poder. Lo único salvable de este film es el guapo de Heath Ledger, indudablemente también un gran actor, y el hecho de que, en mi caso, me incitó a leer las Memorias de Jacques Casanova, en una versión editada, por supuesto (la original creo que son 7 o 9 tomos, que abarcan las 10,000 cuartillas que acabó escribiendo este extraordinario personaje en los últimos años de su larga vida).

Estas Memorias están contenidas en un bello librito de pasta dura y encuadernado en tela, publicado por Random House en 1929, que ya no recuerdo de donde salió (pero que tiene mi nombre y una dirección que hace décadas abandoné, o sea que ha de ser mío), y lo estoy disfrutando como no se imaginan. ¡Qué extraordinario escritor era Casanova! Me río a carcajadas con su fino e ingenioso sentido del humor, sus apreciaciones sabias y elegantemente cínicas de los seres humanos y sus flaquezas, la crítica acertada de la política, la iglesia, los militares y otras instituciones, además de que estoy siendo trasladada por el arte de su mágica pluma a Venecia, París, Londres y otras ciudades europeas de la segunda mitad del siglo XVIII, con todo y costumbres, cotidianeidad e idiosincrasias. Un manjar en el que lo de menos son las conquistas femeninas (hay que decir que Giacomo Casanova no conquistaba, sino que galantemente se sometía).

Otras películas que me han deleitado últimamente no se si pueden ser descritas como un deleite. Pero hay que verlas, eso es indudable. Todas coinciden en presentar de una forma inteligente y crítica algo de lo más dantesco que caracteriza nuestro planeta en la actualidad. Me refiero a Siriana, que aborda con acierto todos los niveles interactuantes del mundo petrolero; Good night and Good Luck, en memoria de un hombre que osó enfrentar el fanatismo macartista de los 50’s; y The Constant Gardener, que habla de un tema relacionado con algo que escribí no hace mucho (Una multisiniestra historia, Noticias del Trópico Nº 27) y que me llevó a comprar - y pronto leer - la correspondiente novela de John Le Carré.

Recomiendo añadir a esta lista de cine con conciencia, una joya de 1988: La insoportable levedad del ser, con la actuación magistral de Daniel Day-Lewis y Juliette Binoche. ¡Qué película! Me estrujó el corazón, o no se si las vísceras o qué, ser una vez más testigo de esa memorable historia de amor, que va creciendo en medio y a pesar de los tanques soviéticos que invaden Praga. Les puedo asegurar que añadidos quedan a la lista de lecturas un par de libros de Milan Kundera.

Ustedes perdonen que en los tiempos que corren no hable de lo que todo el mundo habla.

No hay tiempo ni espacio suficiente.

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